26 cosas sobre sexo que las mujeres sólo hablan con sus amigas

26 cosas sobre sexo que las mujeres sólo hablan con sus amigas

A nuestras amigas les contamos todo, o casi todo. Todas tenemos un grupo o una persona selecta con la que podemos hablar de banalidades, problema existenciales y de sexo (hay quienes engloban todas las anteriores). Y aunque quizá hay algunas cosas que podamos omitir por diferentes razones, hay otras que de ley, tenemos que discutir con ellas porque de otra manera no podríamos continuar con nuestras vidas, es en serio porque podría tratarse de una experiencia verdaderamente traumática que necesitamos sacar de nuestro sistema, o del mejor sexo de nuestras vidas del que sencillamente tenemos que hablar. Sin más, estas son sólo 26 cosas sobre sexo de las que las mujeres hablamos sólo con nuestras amigas.

Tamaño y forma del pene

Grande, pequeño, colosal o diminuto; grueso, delgado o de los que rompen por la mitad. Y sí, utilizamos ademanes de todo tipo y somos tan gráficas como puede ser posible. En este punto también discutimos cosas como la circuncisión o los lunares que puedan tener en sus partes nobles.

Testículos

Discutimos sobre la forma y el color, el tamaño, peso, caída y si son firmes o flácidos. También podemos mencionar si rebotaban como pelotas de tenis o la cantidad de vello que había allá abajo.

Los gestos

Porque hay quienes parecen que están siendo poseídos, otros que les duele, los que paran la trompa o se sonrojan tanto que creemos que van a explotar.

Alunizaje

Es decir, dónde eyaculó. Adentro, en la cara, en el abdomen, en la espalda, en la boca, en las nalgas o si fue como una manguera fuera de control. Si avisaron antes de hacerlo o si aplicaron la eyaculación sorpresa.

Duración

Está el ‘un minuto’, el promedio, el que termina por rozarnos porque no más no acaba y cualquiera en medio de estas categorías.

El sabor

Porque como mencionaba arriba, si aplican la eyaculación sorpresa en medio del sexo oral, es inevitable percibir el sabor de su semen. Los hay amargos, neutros, más ácidos, más dulces, en fin, un buffete.

El sudor

Hay algunos que no sudan ni una gota, otros que les escurre lo normal por la frente, pecho y espalda, pero otros que parecen salidos de un sauna y no, no nos parece divertido embadurnarnos con sus jugos.

Oratoria

No hay nada peor que sentirse en medio de un interrogatorio cuando estamos con alguien: ‘¿te está gustando?’, ‘¿sientes rico?’, ‘¿voy bien?, ‘¿qué piensas?’… en fin, ustedes saben perfecto las líneas que se les escapan en esos momentos. A veces sorprende y puede ser muy sexy, pero no callarse la boca es lo peor que pueden hacer, o por el contrario, hacernos sentir que estamos teniendo sexo con un mudo.

Estilo

Si es rudo o más tranquilo, y de estas se derivan más categorías, como el “cogequedito”, que nos hace sentir en medio de una espantosa escena de necrofilia o el agresivo que no sabemos si va a terminar por ahorcarnos hasta la muerte.

Post coitum

Es decir, qué es lo que hicieron después del sexo. Si tal vez prendieron un cigarrillo, se quedaron dormidos, platicaron a gusto o si se acurrucaron. También está el que se viste inmediatamente después y huye despavorido.

Veredicto

Una pregunta clásica entre amigas es: ¿acabaste?. Aquí es donde evaluamos todas sus habilidades y técnica; si estuvo decente, rico o espectacular; si nos hicieron ver el cielo o sólo el aburrido techo blanco de la habitación.

Habilidades manuales

Algunos parecen que en su vida pasada modelaron arcilla por su increíble habilidad para tocar y acariciar, sabiendo exactamente cuándo y en dónde ejercer mayor presión y fuerza haciendo despliegue del arte de los dedos. Están también las manos quietas que no se mueven para nada de un punto y los que amasan con fuerza como si fuéramos un juguete de plastilina. También, no cualquiera sabe utilizar los dedos para, ya saben…

Posiciones

Tal vez no pasaron del misionero o quizá hicieron un repaso exhaustivo del kamasutra. Mínimo, tuvieron que haber pasado por la plancha, el perrito, cowgirl, o la cucharita para verdaderamente dejar una huella en nuestra memoria; o en su defecto, ser un experto en cualquiera de las posturas.

De las nalgadas

Dar nalgadas puede ser de las cosas más sexys en el mundo, si lo saben hacer. Hay quienes se emocionan demasiado y parece que más bien están descargando su furia con nosotras, y los que dan palmaditas como si estuvieran apapachando a un perro. Lo ideal es el punto medio.

Los besos

Los besos son más importantes de lo que se imaginan, no sólo por la intimidad y cercanía que pueden generar, sino porque son en realidad muy sexys y si son buenos besando, pueden hacer maravillas. Un beso es suficiente para hacernos entrar en el mood perfecto.

El intruso

O sea, nunca falta el descarado que sin preguntar quiere deslizarse sigilosamente por la parte trasera, o que casualmente su dedo se resbale por ahí. Hay a quienes les gusta, pero lo ideal es preguntar primero.

De los senos

A veces no entienden que lo senos son en realidad un área muy sensible, e insisten en succionar los pezones como si fueran osos hormigueros o morderlos sin medir la presión en sus dientes. También hay algunos que imaginan sintonizar una radio mientras los sostienen entre sus dedos, y pues eso no está cool. Aquí también entran las habilidades manuales y con la boca, donde pueden hacer verdaderas maravillas.

Higiene y aspecto

Nos fijamos en su ropa interior, aunque no se den cuenta, y probablemente los juzguemos por ello (de la misma manera en que ustedes lo hacen con nosotras). También nos damos cuenta si se quitan o no los calcetines, si se cortaron las uñas de los pies o si hay una sobrepoblación boscosa en sus genitales.

Del ambiente

Si estaban las luces prendidas o apagadas, si pusieron la música adecuada para entrar en calor; si ocurrió en la cama, en el sillón, en el coche, en la cocina o en el suelo. Si tenían sábanas de muñequitos o si su cuarto parecía de un niño de 13 años, en fin. Todo eso también lo discutimos.

Sexo oral

Nos quejamos con nuestras amigas cuando les gana la emoción y nos jalan la cabeza con fuerza hacia su pene. Dos cosas: sabemos cómo hacerlo y si quieren algo, sepan cómo pedirlo, porque jalar o empujar la cabeza no es para nada sexy. Y cuando ustedes nos regalan una sesión de cunnilingus, evaluamos desde sus habilidades con la lengua, hasta la mirada que nos echan desde abajo SIEMPRE.

Y otras cosas que no se tienen que explicar pero que también mencionamos:

Cuántas veces ocurrió en una sola sesión.
Textura, olor y color del semen.
Si ocurrió la desgracia de la impotencia.
Si vamos a volver a verlos (en caso de one night stand)
Evaluación del juego previo que puede ir de 0 a 10.
Cosas vergonzosas o graciosas que pudieron ocurrir, como chicotearlo en nuestra cara, restregar su rostro en nuestro pecho, si se les escapó un gas y tantas cosas como se les puedan ocurrir. Se los podemos jurar, no se nos va un detalle y a nuestras mejores amigas se los contamos TODO. Aunque bueno, a veces depende de la persona, la intimidad, las amistades y de mucho factores. Ahora saben porqué nunca dejaremos de ir acompañadas al baño. 


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