Lo primero que debes saber ahora que has decidido empezar a usar anticonceptivos, es que no hay uno que sea universal. Cada mujer tiene un estilo de vida distinto y para fortuna de todas, existe anticonceptivos para cada una.
¡Que el destino no decida por ti!
No existe un método malo, sólo un mal uso de el. Así que es momento de descubrir cuál sería el que mejor se acomoda ¡sin dejar de disfrutar de tu sexualidad!
Pastilla.
Este método está cercado por cientos de mitos, por ejemplo: ¿Produce cáncer? No, por sí misma. Inclusive, puede advertir sobre el progreso de cáncer de ovario y endometrio. ¿Reduce la libido? Las pastillas que están elaboradas a base de hormonas biológicamente exactas no causan este inconveniente. ¿Sensación de infertilidad? No, el efecto de la píldora no se acumula, por tanto una vez suspendido su uso, la mujer recupera su fecundación casi enseguida.
Implante subdérmico.
Es una opción de gran duración: 3 años y 99.5% confiable. Se trata de una pequeña barra que un especialista de la salud implanta en la parte posterior del brazo.
Anillo anticonceptivo.
Esta técnica es de uso mensual, una vez puesto en la vagina, libera gradualmente en el cuerpo hormonas como progestina y estrógeno para impedir la liberación de óvulos. Su colocación no es incomoda, la mujer lo puede hacer en la comodidad de su casa. Entre sus pro está el de regular el período menstrual.
Es importante que sepas que al encontrarte en algún tipo de proceso médico relacionado a cáncer (con alcances hormonales) es necesario que evites el uso de cualquier método de planificación.
Acceder