Inteligentes razones por las que no debes tener sexo con tu ex

Inteligentes razones por las que no debes tener sexo con tu ex

No puedo negar que sus grandes ojos podían seducirme en cualquier momento, o que el sabor de sus labios –mucho más cuando tenían un poco de tequila– era embriagante hasta el punto de no poder resistir y perder el decoro, obligándome a huir a cualquier lugar que ofreciera la mínima intimidad para gozar del cuerpo que tanto deseaba. Una ventana de oportunidad, un lapso de minutos antes de que nadie sospechara tenía que ser suficiente para que ambos llegáramos al orgasmo y regresáramos fingiendo que todo lo que sucedía era una plática casual.

Hoy esas caderas son una tortura y ella lo sabe, conoce mis puntos débiles y sabe cómo provocarme. Ya no estamos juntos. Esos días de felicidad y sobre todo de pasión se acabaron, o eso creía. No puedo sólo culparla a ella, yo también conozco lo que la transforma e incita a olvidar todas las peleas del pasado para tener una última noche juntos, siempre juramos que es la última vez, pero ambos sabemos que si no cambian las cosas, nos encontraremos en este juego interminable que por más placentero que sea, poco a poco nos consume a los dos.

No hay voz de la experiencia en momentos en los que el instinto es más grande que cualquier otra cosa, pero las reflexiones al verla partir, dejándome solo una vez más, en esa oscuridad que se acentúa con cada encuentro, pueden ayudar a más de uno. Si crees que tener sexo con tu ex es una buena idea, estas son algunas razones para descartar la posibilidad por completo.

No hay nada nuevo

O peor, si encuentras nuevos movimientos que antes no le conocías, tu mente divagará buscando con quién o cuándo cambió de hábitos. Esos diminutos pero claros cambios de ritmo, esos besos que se dan de distinta manera y que ponen todo el cuerpo en alerta, provocan que ese íntimo secreto que están compartiendo se convierta en otra razón para enojarse.

Hacerlo es un sueño, pero el final implica lo peor

La llama sigue viva y eso se intensifica durante un momento que parece eterno, pero la niebla se disipa y la sexualidad disparada desaparece para dar paso a todos esos recuerdos que los llevaron al barranco. Infidelidades, reclamos, insultos; esas cosas que los hacían pelear están de nuevo sobre la mesa (o la cama) y así, en la desnudez, la vulnerabilidad es mayor. Definitivamente es una incomoda experiencia que puede causar una profunda tristeza, pues te das cuenta de que además del sexo, ya no hay un vínculo sentimental que los mantenga juntos.

Te das cuenta de que que el sexo no era tan bueno

Uno de los grandes temores es no hacerlo bien y muchas veces, cuando el amor es grande, la percepción de las cosas cambia, por lo que al volver a tener sexo con tu ex y descubrir que no era esa idealización en tu mente, puede ser traumático. No sólo porque dejas de enaltecer esos momentos que según tú eran increíbles, toda tu relación entra en duda. ¿Si esto fue malo, tal vez todo lo demás también?

Terminas peor que antes

Puede que lo esperes con expectativa, pero al terminar y cada quien tomar un camino distinto, ese vacío crece, no sabes qué son ni a dónde se dirige su relación. Puede que la otra persona no tenga una intención de retomar algo más que eso, o incluso puede que seas tú quien ilusione a alguien más y después te enteres que con esto lastimas más a la otra persona.

Le quita la importancia a lo que fueron

Ese mal sabor de boca se va borrando con el tiempo, incluso llega el momento en el que te puedes encontrar con tu ex en la cama de nuevo, pero eso implica una transgresión a una relación que tal vez idealizaban. Seguramente tuvieron buenos y malos momentos, pero siempre vivieron fieles a un ideal amoroso. Ahora, regresar entre el secreto y la incertidumbre le resta importancia a esos meses o años que pasaron juntos.

Entras en una espiral sin salida

Hacerlo por ser la última vez, por esa despedida que nunca nos dimos, para que los dos estén consientes que terminó, una más por si nunca volvemos a vernos en la vida, otra antes de que te vayas de vacaciones y te acuestes con otras personas. Siempre existirá una excusa y una vez que empiezas, puede que simplemente continúen cayendo en ese agujero de conejo del que no podrán salir.

Se pierde la oportunidad de regresar

Tu ex no puede ser tu booty call. Aunque al terminar el plan nunca debe ser regresar, comenzar una relación meramente sexual con esa persona que en algún momento consideraste como tu futuro hasta la muerte, no es la mejor idea. Mientras más pasa el tiempo, aunque juren que están contentos con la nueva relación que llevan, alguien saldrá lastimado, muchas veces serán los dos, pues es imposible no pensar en todas las otras cosas que tenían antes; desde los acuerdos hasta los planes que cumplían después.

 El amor fue bueno, te sentí en mis brazos y no dudé acerca de nada. Junto a ti fui la mejor versión de mí, pero hoy no hay más que un recuerdo que debe ser intocable. Prometo no volverte a llamar, no volver a pedir escuchar tu voz y mucho menos a sentir tu cuerpo junto al mío, no lo volveré a hacer, te juro que después de esta noche no lo volveré a hacer.


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