Desde hace algún tiempo se ha vuelto común que las mujeres se preocupen por la edad, esto lleva a que muchas nieguen los años que tienen, otras se enojan cuando le preguntan la edad y en el peor de los casos, acuden a una sala de operaciones para realizarse las cirugías necesarias en su cuerpo y de esta manera ocultar o más bien quitar las arrugas que con el paso del tiempo empiezan a aparecer.
Las mujeres vienen actuando de esta manera porque sienten miedo o pena a decir su edad, cuando en realidad deberían sentirse orgullosas porque muy seguramente han sido años maravillosos donde han vivido momentos malos y buenos, pero que le han permitido tener la experiencia que tiene hoy en día, además son momentos que pueden recordar y revivir emociones. A medida que avanza el tiempo y una mujer cumple un año más de vida, en lugar de sentirse triste, debería ser feliz y dar gracias porque aún sigue viva, porque ha podido disfrutar de la compañía de personas maravillosas, de grandes momentos, de viajes, porque esos años vividos le han permitido tener una pareja, un esposo, unos hijos, unos nietos, tantas cosas maravillosas que no se detienen a mirar por el miedo a recordar la edad.
La mujer debe sentirse orgullosa por lo que es y como es, con sus años, sus arrugas, su experiencia, con todo lo que hace parte de ella, pero sobre todo, por ser mujer, es importante que no sientan vergüenza, pena o miedo a decir su edad, si alguien les llega a hacer esta pregunta, respondan sin temor, ya que ser viejo no es malo, además, el ser humano pasa por varias etapas en la vida y nadie va a ser joven para siempre, todos queramos o no, vamos a llegar a la vejez más temprano que tarde, así que en lugar de avergonzarse por ello y realizarse cirugías, aplicarse cremas antiarrugas, dediquen a vivir su vida al máximo, a disfrutarla y sobre todo a dar gracias por los años vividos.
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