Posturas sexuales, que son mejores que ir al gimnasio

De por si, la mayoría de posturas que propone el yoga parecen sexuales, escucha lo que esta modalidad te está intentado decir y emplea sus posiciones como tu nuevo KamaSutra. Un entrenamiento que puede llegar a superar el spinning. Namasté.

EL PERRITO INVERTIDO:

Flexiona los brazos para iniciar, levanta la cola hacia arriba, y desde las muñecas, la cabeza y tu espalda crea una línea recta, hasta el trasero. Abre bien las piernas para dejar que tu chico penetre intensamente. Prueba doblando las piernas para ajustar la altura, o si te sientes cansada.

Resultado: brazos y parte superior de espalda bien ejercitados.

EL PUENTE DE LOS LAMENTOS:

Es una postura muy cómoda, así no lo parezca. Túmbate bocarriba y flexiona tus rodillas con los pies separados. Eleva caderas y espera a que él entre y te agarre hacia arriba. El ángulo que se forma al subir tus caderas hará que su pene se tope con la zona más sensible de tu vagina. Lograrás un extra de placer contrayendo los músculos.

Resultado: parte inferior de la espalda, glúteos y los isquiotibiales en acción.

YOGA:

Si el tema de que el yoga es el más pervertido placer todavía no te convence, considera esta posición: tumbate bocarriba, abre tus piernas como una mariposita y actúa de inmediato bajo la palabra “ataduras”. Deja que tu chico te ate las muñecas y pueda jugar con su más caliente imaginación. Los roles se pueden intercambiar.

Resultado: caderas relajadas y más abiertas.

EL ARADO SEXY:

Vamos a revitalizar y a tonificar todo el cuerpo con esta postura… sobre todo si elevas tu cola muy bien. Inicia recostada sobre tu espalda, él tendrá que ubicar sus rodillas a ambos lados de tu cabeza, rozando tus hombros. Ahora, sube tus piernas hasta tu cabeza y sujeta sus caderas, espera a que te penetre suavemente. Dobla rodillas para sumar movimiento salvaje.

Resultado: espalda y cuello sin tensiones.

EL DESTELLO DE AMOR:

En esta postura, el hombre es quien actúa: Tendrá que sentarse sobre sus piernas dobladas, tú como toda una cowgirl, llegas y te abalanzas encima de él. El orgasmo se dará entre la subida y bajada tuya, junto con el roce de tus pechos.

Resultado: mayor fuerza en tobillos fuertes y relajación en cuádriceps.