Pero ten presente que los avances tecnológicos han hecho que los juguetes sexuales sean elaborados en materiales no porosos como la silicona médica o el metal, lo que impide que se hospeden hongos y bacterias en ellos. De igual modo, lo mejor que puedes hacer es lavarlo después de usarlo con agua y jabón, o al menos pasarle por encima una toallita húmeda sin alcohol.