Cuando alguien va a darse un masaje, es indispensable que este sea un lugar tranquilo, muy higiénico y con buen aroma. La vista, el olfato son sentidos que nos transportan y canalizan nuestras emociones. Las condiciones más importantes en una sala de masaje son la temperatura ambiente y la renovación del aire fresco, se recomienda que la sala de masajes debe de tener una temperatura cercana a los 24°C, ya que por ser una técnica que desarrolla o agiliza la sangre en el sistema circulatorio, se necesita un clima cálido para que el paciente se pueda relajar de manera más fácil conectándose con su cuerpo y vinculándose emocionalmente con sus sensaciones.